120 años de la
Consagración de Guatemala
al Sagrado Corazón de
Jesús, por mandato de su Ilma.
Mons. Ricardo Casanova
y Estrada, “El Grande”
120 años del mes
de los Dolores Internos del Corazón de
Jesús.
En los finales del siglo XIX, Guatemala padecía
una gran persecución religiosa. Gran cantidad de personas daban valientemente
su testimonio de ser cristianos, hijos del apóstol Santiago el Mayor. En
aquellos momentos surgen las personas que marcan los cambios. Uno de ellos fue el
entonces licenciado Ricardo Casanova, que defendiendo la paja de agua de los “hijos
de San Felipe Nery”, fue arrestado y humillándolo para vestirse como sacerdote.
Más donde el enemigo quiso hacer el mal
Dios sacó un bien. Porque en esa experiencia lo dejó todo y se sometió al arzobispo para hacerse cura.
Este gran licenciado paso a ser un sacerdote aguerrido,
porque confiaba en Dios y lo hizo su bastión. En los momentos
más difíciles de aquella tormenta invitaba a proclamar a María concebida sin
pecado original como nuestra madre, protectora y Reina de la Paz.
El fue
el designado para ser sucesor del
apóstol Santiago el Mayor y víctima de la persecución fue exiliado. Grande era su amor por Jesús que durante mucho tiempo quiso que
la República de Guatemala se consagrará al Sacratísimo Corazón de Jesús. Pero tenía esperanza de hacerlo él mismo. Sin
embargo el tiempo pasaba y no retornaba
a su sede episcopal.
Así que le pidió al pueblo de Guatemala mediante
una carta, que se ofrecieran al Sagrado Corazón. El 23 de junio de hace 120 años. En nombre y por mandato del
arzobispo Guatemala pertenecía al Corazón de Jesús. Cuando este gran arzobispo logró regresar al país renovó
la consagración.
Precisamente
en ese año de 1895, el Beaterio
de Belén iniciaba un mes completo
para prepararse a la gran fiesta del
Jesús, que había querido venir
a Guatemala y donde nosotros lo haríamos
reinar.
Hoy celebramos esos 120 años de que nuestro
país en medio de tanto dolor y
sufrimiento se entregara al Amor de Jesús, a su Sagrado Corazón. Por eso no
podemos decir que Él reinó, sino reafirmar
que Él está con nosotros. . . ¡Reina
en Guatemala!
Decorado del Oratorio
Cortinas doradas nos recuerdan el valor de la
santidad, es el camino para que nosotros
hagamos reinar a Cristo. Por eso
rematan detalles que nos recuerdan que
Cristo es rey.
Medallones nos recuerdan los 120 años de la
consagración de Guatemala y los 120 años del mes de los Dolores Internos.
Flores y
hojas bellamente colocadas nos abren paso a la Imagen del
Corazón de Jesús en sus Dolores Internos, que
sostiene la cruz símbolo de
nuestra redención.
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