Monseñor Rossell y Arellano, un gran obispo de Guatemala

Nace en la hermosa villa de Esquipulas el 18 de Julio de 1894, sus padres fueron, Don Juan Ramón Rossell y Doña Asunción Arellano de Rossell, fue bautizado el 21 de julio de 1894, siendo sus padrinos Don Trinidad Recinos y Felicia de Recinos.

Un 8 de septiembre de 1900, día en que recordamos la Natividad de María Santísima recibió de manos del reverendo Juan Paz Solórzano por primera vez a su Jesús Sacramentado.

Inició sus estudios en el Instituto Nacional de Varones en la Cabecera departamental de Chiquimula, llegando a obtener el título de Bachiller en Ciencias y Letras.

En 1909 entró en el seminario Conciliar de esta Ciudad Capital; Obteniendo las órdenes sacerdotales el 21 de septiembre de 1918 en el altar de Ntra. Sra. Del Pilar de la Iglesia de San Miguel de Capuchinas, después realiza una misa de acción de gracias en su tierra natal el día de Ntra. Sra. Del Pilar, 12 de Octubre 1918 en la basílica de Esquipulas.

Ya como Sacerdote fue nombrado párroco de varias iglesias entre las que se encuentra la de Mazatenango, Palencia, San Juan el Obispo Sacatepéquez,Donde gracias a las hermanas de la orden de Bethania hoy existe su museo, en la segunda sección del Museo de San Juan el Obispo.
Tambien Jocotán, San Cristóbal Totonicapán, y en la Ciudad Capital en las iglesias de Santa Clara, del Carmen y San Sebastián. Fue sacristán mayor de Catedral Metropolitana y Vicario General del Arzobispado.

En el año de 1930 funda el Colegio San Sebastián que se inicia como una pequeña escuela para brindar instrucción a los niños de escasos recursos económicos en el Barrio de la Parroquia de San Sebastián.

Su lucha inclaudicable contra la fuerza destructora de la formación
moral y libertad individual; sus numerosas obras en beneficio de su pueblo lo llevaron a convertirse en el XV Arzobispo de Guatemala, cargo al que fue nombrado por el Papa Pio XI, del que tomo posesión el 19 de marzo de 1939, al que fue consagrado el 16 de abril del mismo año.
Entre sus numerosas obras merecen mencionarse la fundación del Instituto Indígena Santiago, el Colegio para Párvulos Los Ángeles, hoy Santa Infancia; la restauración y reorganización del Colegio San José de los Infantes; la fundación del Instituto Indígena Nuestra Señora del Socorro para Señoritas; La restauración de la residencia del Obispo Marroquín, en San Juan del Obispo; la restauración del Palacio Arzobispal y la construcción del Presbiterio del Altar Mayor de Catedral. Recibe la orden del Quetzal y la Orden Alemana por combatir el comunismo, por sus grandes meritos se declara Basílica Nacional El Templo de Esquipulas.

La Inmaculada Concepción del Templo de San Francisco, fue la Imagen que con gran amor de Él y del pueblo Católico de Guatemala y como el máximo símbolo que un país puede ofrecer a Dios, por el triunfo recién obtenido, porque la Madre Santa nunca nos abandona y porque siempre intercede por nosotros, fue coronada y consagrada. La República de Guatemala se ofreció un hermoso día de diciembre como un país lleno de cardos, para que la Madre Santa lo guardará, lo cultivara y lo presentará a Dios convertido en una hermosa Monja Blanca.

Por eso mismo el 5 de diciembre de 1954 el Arzobispo de Guatemala junto a
Guatemala, llevando entre sus manos la corona de la Inmaculada la Esposa del Presidente, simbolizando que no hay mayor corona que le podemos ofrecer que la sangre que derramaron las miles de víctimas que murieron defendiendo su fe, en la época atroz, en que Monseñor Rossell y Arellano rezaba y rogaba a Dios su ayuda y clemencia. El Señor lo concedió, traer el fin de ese período y un país completo se volcaba ese día con sus lágrimas, con sus oraciones y con su corazón a agradecer a la Madre, que nunca abandona. La consagración de Guatemala a la Inmaculada, fue un acto muy emotivo y especial.

El mayor regalo de este arzobispo para Guatemala, fue ayudarnos con su apoyo incondicional, sus oraciones y su lucha, y todo un país recuerda las miles de personas que seguían al Cristo de Esquipulas en una cruzada contra el mal, contra los enemigos de la libertad. Y el Señor que con su Corazón herido, tal como se le apareció a Beata Encarnación Rosal, escuchó las súplicas de un pueblo, ¡Jesús es el amigo que nunca nos falla! El otro regalo fue habernos ayudado a entregarnos a nuestra Madre, a la Inmaculada con una consagración como país hacia ella.

Una consagración significa que nosotros confiamos, que nosotros nos entregamos, y que Ella nunca nos abandonará, que Ella nos apoyara, nos dará su entrega incondicional, porque nosotros trabajaremos para honrar a la Virgen, a nuestra Madre, para una mayor gloria de Dios.

Luego de su lucha, de su entrega, consumiéndose por sus ovejas muere el jueves 10 de diciembre de 1964 al mediodía de súbita gravedad al corazón; se declara Duelo con banderas a media asta por cinco días, con el dolor de su pueblo fue enterrado en la nave derecha de la Catedral metropolitana según
su propio deseo, el pueblo le admiro y le quiso en sumo agrado.

Su amor y entrega permanecerán en Guatemala, pero aún más en su legado...




Recemos la oración de la Iglesia!

Recemos los Laudes, las Vísperas y las Completas!!!

y aquí comparto con ustedes un salmo y una dirección donde pueden encontrar los laudes y demás.





Salmo 94

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Afiche del mensaje del Sábado Santo



Venerada y Bendecida Imagen del Cristo Yacente .
Oratorio de la Inmaculada Concepción.


Venerable Fray Domingo Vico, mártir.



Cristo Yacente
Ten piedad y misericordia de nosotros