¡Jesús, Señor y Rey de Guatemala bendícenos!



154 años han pasado desde que visitaste la hermosa Tierra del Quetzal. Así te contempló por primera vez Madre Encarnación, en una noche oscura donde Él la iluminó.


Pero luego, tus ojos se fueron acostumbrando a la luz, y lo viste bien. Allí estaba Él, parado enfrente tuyo, con su rostro tan dulce, pero triste la mirada.



Te dijo: "Los hombres no celebran los dolores de mi corazón"

Y tú le respondiste: " Qué porque no se valía de otras monjas(...)"

Y te declaró: "Qué no había otra más baja que tú"




¡Oh Madre Encarnación qué dicha tuviste, al tenerlo frente a tí! Lo viste con tus ojos, y nosotros vemos esa figura cada vez que comulgamos, porque Él está ahí en las especies del pan y del vino.



25 de agosto: día de los Dolores Internos del Corazón de Jesús.



¡Señor y Rey de Guatemala danos la paz!

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