Relatos del Día Clásico
Gonzalo Mejía Ruiz, describe lo siguiente:- Esta extraordinaria imagen ha sabido arrastrar multitudes durante siglos. Su rezado del 8 de diciembre constituye uno de los más fieles símbolos de la fe y el entusiasmo del pueblo de Guatemala. Ella ha aglutinado, centralizado y desarrollado durante siglos la devoción y el entusiasmo por la Inmaculada Concepción en la Ciudad de Guatemala.
El 15 de diciembre de 1754, la Gaceta de Guatemala describía cómo en la Plaza Mayor se saludaba a la imagen con salvas de artillería, durante su rezado. En ese mismo medio, pero del 10 de diciembre de 1852, se expone que en casi todas las poblaciones se solemnizaba el Día de la Inmaculada Concepción, al transmitirse como una tradición piadosa.
Respecto al Rezado de la Virgen de Concepción del Templo de San Francisco de la Nueva Guatemala, el 8 de diciembre de 1840 J.L. Stephens incidentes de viajes de Centroamérica, Chiapas, y Yucatán indica que:
- Yo he visto grandes festividades en Europa, con dinero derramado a manos llenas; pero nunca nada tan sencillamente hermoso"... "la sencillez de costumbres que permite a las damas de primera categoría mezclarse libremente con la muchedumbre y sentarse en las calles, formaban un cuadro de belleza que aún hoy suaviza la impresión de estolidez que Guatemala dejó grabado.
- En seguida el gran objetivo de veneración, la virgen de la Concepción, sobre unas pequeñas andas, ricamente decoradas con oro y plata y con flores en profusión, protegidas por un hermoso palio de seda, sostenido en lo alto con cuatro doradas pértigas. Me fui a la plazuela de San Francisco, lugar señalado para el gran final de los honores de la virgen ¡la exhibición de los fuegos artificiales.
- El pueblo que participa dice que era "una densa masa de figuras arrodillada, ricos y pobres, mujeres hermosas e indios de estúpida apariencia." Con esta descripción se aprecia la importancia del rezado de San Francisco.
En la GACETA DE GUATEMALA del 15 DE DICIEMBRE DE 1854 se encuentra el siguiente comentario:
- Si la Concepción no se celebra en Guatemala como quería el Católico Rey Carlos III con locura, por lo menos no puede negarse que se hace con entusiasmo, y se convendrá en que la festividad del día 8 (de diciembre) es una de las más hermosas a que concurre el vecindario de la capital.
Según Ramón A. Salazar en su obra Tiempo Viejo Recuerdos de mi Juventud, al relatar el rezado de San Francisco HACIA 1860, DICE QUE:
- El gran acontecimiento del día era procesión triunfal de la imagen de la virgen por las calles principales de la ciudad. Comenzaba la apoteosis a la cuatro de la tarde en las puertas del grandioso templo de franciscanos; pasaba la imagen de inmenso concurso, bajo el azul del cielo, entre cánticos de alegría y sobre alfombres de flores por la Calle Real y de allí se dirigía al templo de Santa Teresa. Un tamborón inarmónico tocado por un niño, abría el cortejo, siguiéndolo y formando una algazara indescriptible, marchaban, saltaban, gritaban, silbaban, arrojaban cohetillos chinos, multitud de pilluelos; mas atrás efigies de ángeles conducidas en andas y rodeada de farolitos, la de scoto y los demás defensores del dogma, y por último y en elevado trono entre músicas y cantares, luz y alegría de la imagen de la virgen.
- Ya anochecía cuando la procesión entró al principio de la calle que conduce a la plaza. Fue aproximándose con un ruidoso canto, no viéndose a lo lejos más que una gran procesión de velas encendidas que alumbraba la calle como si fuera de día.
- Por la tarde salió de San Francisco una lucida procesión, notándose cada año más gusto que los anteriores en el vestuario de las imágenes, adorno de las calles y en los vestidos que en este día sacan a lucir los concurrentes que en muy pocas ocasiones del año son tan numerosos como en este día. Detrás de la procesión marchaba una lucida escolta de la guarnición de la capital. Después de la procesión que entro como a las diez de la noche habiendo recorrido una estación más larga que la de costumbre, se exhibieron fuegos artificiales en la plazoleta de San Francisco.
Según la GACETA DE GUATEMALA. 13 de diciembre de 1860.
- En 1855 la celebración cobró un auge mayor, aún más en las cabeceras y poblaciones de la que esta advocación es patrona. Incluso, el presidente de ese entonces, Rafael Carrera, que era muy católico, costeaba con fondos del Estado los festejos, refiere el historiador Aníbal Chajón. Se celebraba en los días cercanos a la Navidad, como ocasión oportuna de purificación, con la idea de rechazar el mal.
El 8 de diciembre durante la celebración de dicha festividad, los sacerdotes españoles pueden usar casulla y ornamentos en azul. Este privilegio fue otorgado por la Santa Sede en 1864, como agradecimiento a la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción que hizo España. Este privilegio se traslada a otros países de Hispanoamérica, incluida Guatemala.
Ramón Salazar, en su obra Tiempo viejo (1896), bautiza al 8 de diciembre como “Día Clásico en Guatemala” y una de las cuatro fiestas más trascendentales del país en el siglo XIX.
Tomado de Wikipedia.
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