En ocasión de los 120 años de la celebración de la Consagración de la República de Guatemala al Sagrado Corazón de Jesús; cabe preguntarse ¿Cuál era la devoción de Mons. Ricardo Casanova?
Observando su escudo, podemos decir que ha llevado una gran devoción a Cristo Crucificado, tal y como lo dice la leyenda y la cruz. Sin dejar de amar a Jesús vivo y sacramentado.
También el Corazón Sagrado de Jesús ha sido un motivo de constante devoción, la oda y la carta de Consagración a esta devoción demuestran este sentir. A continuación un fragmento de la Oda al Sagrado Corazón:
"Fruto Divino de la flor más pura,
fuente inexhausta de esperanza y de vida,
templo animado del eterno fuego,
Prole del Padre.
Numen excelso a quién en frágil vaso
férvido impulso de su amor recluye;
Hijo del hombre que en el cielo imperas
Verbo Fecundo.
(...)
Muerto el querer, si no es para adorarte,
arda, consuma el palpitante barro,
cual se consume el ocaso del alba
Lámpara mustia.
Mira a tu pueblo con piedad, perdona
manso y clemente los llorados yerros;
reinen por los siglos en la grey que te ama
Paz y virtudes."
9 de junio 1895
Pero en su alma había otro amor: María Inmaculada, a la que le profesó tan grandes afectos. Sus detalles para con Ella en especial en los momentos de mayor peligro en Guatemala, en las celebraciones magnas después de la declaración dogmática y su petición de ser enterrado bajo el altar de la Inmaculada Concepción son pequeñas muestras de su fe.
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Bibliografía
Ballesteros, Francisco. (1990) Actividad Pastoral del licenciado Ricardo Casanova y Estrada ultimo arzobispo de Centroamérica. UFM Guatemala.
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