Día de todos los Santos
Sagrado Corazón de Jesús,
en sus dolores internos.
Guatemala se consagró a esta advocación,por orden de Monseñor
Ricardo Casanova y Estrada, El Grande.
Virgen de los Reyes,
Inmaculada Concepción
Guatemala se consagró en 1617, 1821 y 1983.
Patrona Tutelar de la ciudad, Patrona Jurada de Centro América
Patrona Principal de la República de Guatemala
Reina de la Paz
Reina de los Mártires
Reina del Cielo y Tierra
Reina y Madre de la Iglesia de Guatemala.
Santiago, el Mayor, apóstol
Patrono de la Arquidiocesis de S. de Guatemala
Patrono Principal de esta ciudad.
Santa Cecilia
Patrona de Guatemala
Santa Teresa de Jesús
Copatrona de Guatemala
Doctora de la Iglesia
Santos de Guatemala
Santo Hermano Pedro
fundador, primer Santo de Guatemala
Beatos de Guatemala
Madre Encarnación Rosal
Primera beata, quetzalteca.
Confidente del Corazón de Jesús, pues se le apareció varias veces.
Siervos de Dios
Madre María Teresa Aycinena de la Santísima Trinidad OCD.
Sor Cecilia Charrín
Sor Bárbara Samulowska
Doctor Ernesto Cofiño
Venerables
Fray Lope de Montoya OP
Fray Domingo Vico OP
Primer mártir
Fray Pedro Mártir S. OP
En Proceso
Mártires de San Pedro Carchá, Santa Lucía
De Grata Memoria
Mons. Francisco de Paula G.
Arzobispo de Guatemala
Mons. Ricardo Casanova y Estrada, El Grande
Arzobispo de Guatemala
Mons. Mariano Rossell
Arzobispo de Guatemala
Fray Miguel Angel Murcia OFM
Santos que estuvieron en Guatemala
San Rafael Guízar y Valencia
Obispo de Veracruz
En proceso fuera de Guatemala
Sierva de Dios
Madre Adelaida O´Sullivan OCD
expulsada por Rufino Barrios
Sin proceso:
Venerable
Fray Domingo Betanzos
Murió en España
Fray Payo Enríquez de Rivera
Obispo de Guatemala
Relatos de un día
Relatos del Día Clásico
Gonzalo Mejía Ruiz, describe lo siguiente:- Esta extraordinaria imagen ha sabido arrastrar multitudes durante siglos. Su rezado del 8 de diciembre constituye uno de los más fieles símbolos de la fe y el entusiasmo del pueblo de Guatemala. Ella ha aglutinado, centralizado y desarrollado durante siglos la devoción y el entusiasmo por la Inmaculada Concepción en la Ciudad de Guatemala.
El 15 de diciembre de 1754, la Gaceta de Guatemala describía cómo en la Plaza Mayor se saludaba a la imagen con salvas de artillería, durante su rezado. En ese mismo medio, pero del 10 de diciembre de 1852, se expone que en casi todas las poblaciones se solemnizaba el Día de la Inmaculada Concepción, al transmitirse como una tradición piadosa.
Respecto al Rezado de la Virgen de Concepción del Templo de San Francisco de la Nueva Guatemala, el 8 de diciembre de 1840 J.L. Stephens incidentes de viajes de Centroamérica, Chiapas, y Yucatán indica que:
- Yo he visto grandes festividades en Europa, con dinero derramado a manos llenas; pero nunca nada tan sencillamente hermoso"... "la sencillez de costumbres que permite a las damas de primera categoría mezclarse libremente con la muchedumbre y sentarse en las calles, formaban un cuadro de belleza que aún hoy suaviza la impresión de estolidez que Guatemala dejó grabado.
- En seguida el gran objetivo de veneración, la virgen de la Concepción, sobre unas pequeñas andas, ricamente decoradas con oro y plata y con flores en profusión, protegidas por un hermoso palio de seda, sostenido en lo alto con cuatro doradas pértigas. Me fui a la plazuela de San Francisco, lugar señalado para el gran final de los honores de la virgen ¡la exhibición de los fuegos artificiales.
- El pueblo que participa dice que era "una densa masa de figuras arrodillada, ricos y pobres, mujeres hermosas e indios de estúpida apariencia." Con esta descripción se aprecia la importancia del rezado de San Francisco.
En la GACETA DE GUATEMALA del 15 DE DICIEMBRE DE 1854 se encuentra el siguiente comentario:
- Si la Concepción no se celebra en Guatemala como quería el Católico Rey Carlos III con locura, por lo menos no puede negarse que se hace con entusiasmo, y se convendrá en que la festividad del día 8 (de diciembre) es una de las más hermosas a que concurre el vecindario de la capital.
Según Ramón A. Salazar en su obra Tiempo Viejo Recuerdos de mi Juventud, al relatar el rezado de San Francisco HACIA 1860, DICE QUE:
- El gran acontecimiento del día era procesión triunfal de la imagen de la virgen por las calles principales de la ciudad. Comenzaba la apoteosis a la cuatro de la tarde en las puertas del grandioso templo de franciscanos; pasaba la imagen de inmenso concurso, bajo el azul del cielo, entre cánticos de alegría y sobre alfombres de flores por la Calle Real y de allí se dirigía al templo de Santa Teresa. Un tamborón inarmónico tocado por un niño, abría el cortejo, siguiéndolo y formando una algazara indescriptible, marchaban, saltaban, gritaban, silbaban, arrojaban cohetillos chinos, multitud de pilluelos; mas atrás efigies de ángeles conducidas en andas y rodeada de farolitos, la de scoto y los demás defensores del dogma, y por último y en elevado trono entre músicas y cantares, luz y alegría de la imagen de la virgen.
- Ya anochecía cuando la procesión entró al principio de la calle que conduce a la plaza. Fue aproximándose con un ruidoso canto, no viéndose a lo lejos más que una gran procesión de velas encendidas que alumbraba la calle como si fuera de día.
- Por la tarde salió de San Francisco una lucida procesión, notándose cada año más gusto que los anteriores en el vestuario de las imágenes, adorno de las calles y en los vestidos que en este día sacan a lucir los concurrentes que en muy pocas ocasiones del año son tan numerosos como en este día. Detrás de la procesión marchaba una lucida escolta de la guarnición de la capital. Después de la procesión que entro como a las diez de la noche habiendo recorrido una estación más larga que la de costumbre, se exhibieron fuegos artificiales en la plazoleta de San Francisco.
Según la GACETA DE GUATEMALA. 13 de diciembre de 1860.
- En 1855 la celebración cobró un auge mayor, aún más en las cabeceras y poblaciones de la que esta advocación es patrona. Incluso, el presidente de ese entonces, Rafael Carrera, que era muy católico, costeaba con fondos del Estado los festejos, refiere el historiador Aníbal Chajón. Se celebraba en los días cercanos a la Navidad, como ocasión oportuna de purificación, con la idea de rechazar el mal.
El 8 de diciembre durante la celebración de dicha festividad, los sacerdotes españoles pueden usar casulla y ornamentos en azul. Este privilegio fue otorgado por la Santa Sede en 1864, como agradecimiento a la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción que hizo España. Este privilegio se traslada a otros países de Hispanoamérica, incluida Guatemala.
Ramón Salazar, en su obra Tiempo viejo (1896), bautiza al 8 de diciembre como “Día Clásico en Guatemala” y una de las cuatro fiestas más trascendentales del país en el siglo XIX.
Tomado de Wikipedia.
La Inmaculada Concepción en la historia de Guatemala
Patrona Principal de la República de Guatemala
Época de la Conquista
La
hermosa y maternal imagen de Nuestra Señora, la Santísima Virgen María,
navegaba por los mares entre continentes pintada en una vela, en una
carabela llamada: Santa María.
Entre las primeras imágenes traídas por los españoles, estaba la de
la Inmaculada, conocida com la "Capitana de los Ejércitos Españoles". La
pintura fue colocada en 1524 en la primera Ermita de América, en
Quetzaltenango. Actualmente solo queda la ermita, ya que la pintura fue
robada en el siglo XIX.
La devoción a lo que ellos le decían la Limpia Concepción, hizo que
fundarán en Santiago de Guatemala, la cofradía. Esta fue la primera en
Guatemala, dedicada a esta advocación. La fecha de su fundación es el 27
de noviemebre de 1527.
La Inmaculada en Guatemala
De 1550 hasta 1930
A
mediados del siglo XVI, vino a la Capitania General del Reino de
Guatemala la Imagen de la Inmaculada Concepción, la Virgen de los Reyes.
Por su arrobadora belleza la talla se quedó en el Templo de San
Francisco de la hoy Antigua Guatemala. La Cofradía fundada en 1527, fue
la encargada de su culto. Tantos corazones movía que el Ayuntamiento de
Santiago de los Caballeros en 1616 la declaran Patrona.
Poco antes de morir el Papa Urbano VIII, en 1644, un decreto de la
Congregación romana del Santo Oficio, en manos de los dominicos,
prohibió atribuir el término inmaculada a la concepción de María. La
decretal no se hizo pública y solo comenzó a ser conocida cuando el
Santo Oficio censuró algunos libros por aquel motivo. Al llegar la
noticia a Sevilla, el cabildo respondió colgando un cuadro de la
Inmaculada Concepción de Murillo con la inscripción «Concebida sin
pecado» y la propia ciudad se dirigió a las Cortes de Castilla en 1649
reclamando la intervención del rey. Nada cambió durante el pontificado
de Inocencio X, pero al ser elevado al solio pontificio Alejandro VII en
1655 Felipe IV redobló los esfuerzos para obtener la anulación de la
decretal y una aprobación de la fiesta de la Inmaculada Concepción como
se había venido celebrando en España.
Tras las numerosas gestiones de
los emisarios españoles, el 8 de diciembre de 1661 el Papa Alejandro VII
promulgó la bula Sollicitudo omnium ecclesiarum, que si bien no era
todavía la definición dogmática que algunos esperaban, proclamaba la
antigüedad de la pía creencia, admitía su fiesta, y afirmaba que ya
pocos católicos la rechazaban. La bula fue acogida en España con
entusiasmo y por todas partes se celebraron grandes fiestas, de las que
han quedado numerosos testimonios artísticos.
En respuesta a este contexto Guatemala en 1654, con autoridades, el pueblo entre ellos el Santo Hermano Pedro,
juran defender el dogma incluso hasta con su sangre.
La Virgen de los
Reyes junto a Santiago Apóstol fueron declarados únicos patronos de
aquel entonces. A Santa Cecilia y Santa Teresa de Jesús como copatronos,
y únicas fiestas en celebrarse con toda la pompa y devoción.
Con los terremotos denominados de "Santa Marta" (1773) la ciudad se
traslada al Valle de la Virgen. Las personas que se vinieron al Valle de
la Ermita, trajeron sus más valiosas pertenencias. Como Faro de Luz que
les ilumina el camino, venía acompañando la Virgen de los Reyes.
En 1821 don Mariano Aycinena junto con otros próceres defendió el patronazgo de la Inmculada y Santiago y quedó registrado en el acta en forma resumida. De esto da testimonio un anticatólico: Ramón Salazar.
La devoción a tan singular imagen ha sido mantenida por los siglos.
El 8 de diciembre fue declarado día de feriado en aquel año de 1855, durante muchos años hasta que por alguna razón de desconocimiento fue eliminado.
Para la celebración del dogma se utilizó la Imagen de Catedral,
debido al deterioro del templo franciscano. Esta Imagen también tomó
mucho auge, llegando a ser consagrada y coronada pontificiamente, muchos
años después que la Virgen de los Reyes.
Se dice que la bandera nació en la epóca de persecucción religiosa en
Guatemala. Durante el gobierno de García Granados, un devoto de la
Virgen de los Reyes agitaba su bandera, por el confeccionada, con los
colores azul, blanco y azul. A los liberales les gusto tanto la idea y
los colores, que sin saber la adoptaron para la República.
De 1930 a la Actualidad
En
1930 la Imagen de la Virgen de los Reyes durante su procesión sufre un
accidente. Con el natural deterioro del templo franciscano, por la
naturaleza (terremotos y temblores) y su mayor tesoro dañado, fue
menguando su devoción.
Posteriormente la Iglesia fue otra vez perseguida, por otros
presidentes, el símbolo de la Virgen de los Reyes, el cangrejo (pues
decían que la Iglesia solo retrocedía) y el Corazón de Jesús, fueron
utilizados por los católicos. Esa era la forma de demostrar su fe.
Muchos católicos fueron asesiados por pertenecer a cofradías, por ser
devotos de alguna imagen en especial.
Monseñor Rossell y Arellano mandó a realizar una imagen del Señor
Crucificado de Esquipulas con el objeto que peregrinase por toda
Guatemala, en una lucha contra el comunismo. En 1954 se conmemora el
centenario de la declaración del dogma, año en que tomó posesión otro
presidente, se le pide al Papa que autorice por medio de una bula la
coronación pontificia.
Esa coronación fue en acción de gracias: por el centenario del dogma,
por el fin de la persecucción, Año Mariano y conmemoración de María
Reina de todo lo creado. Ese año, el 5 de diciembre la Virgen recorre
las calles hasta llegar al Estadio Mateo Flores donde es coronada por el
Arzobispo Metropolitano, desigando por el Papa para el acontecimiento.
EL país se consagra a Ella en 1983. En 1989 el Congreso de la
República en honor a la Inmaculada Concepción de San Francisco, o Virgen
de los Reyes declaran 1990 Año Mariano.
Reina de la Mártires
Con
la Coronación Pontificia, se reconoce que la Virgen es Reina, al
invocarla como la madre de todos los que han muerto y sufrido
persecucción, la reconocen como Madre de los mártires. Por eso el título
de Reina de los mártires. Nacido de la coronación y de la invocación de
los arzobispos en épocas de persecucción a la Iglesia. También presente
en la "Carta a la Virgen de los Reyes" colocándola indirectamente como
la protectora y la que bendice a todas las personas que murieron o
trabajaron por la paz.
Reina de la Paz
Título que el gran Mons. Ricardo Casanova, le colocó, y que fue renovado en 1954. Ella se convierte en Reina de la Paz y Madre de la Iglesia.
Santa María Reina de los Cielos y la Tierra
El
Papa Pio XII en el año de 1954, instituye la fiesta de María Reina y
corona la imagen de Santa María la Mayor, en Roma, llamándola: "como
Reina y Señora de los cielos y de la tierra, como reina y Señora
nuestra." Así pues el Papa invitaba a reconocer en María su realeza y a
que en todo el mundo se coronara, tal y como se hacía y se hace a las
imágenes de la Virgen.
En Guatemala tomando como ejemplo esta actitud, y con las
consideraciones anteriormente expuestas, fue la Inmaculada de San
Francisco coronada, una de las intenciones era esa: Reina de los cielos y
de la tierra. Este título lo vemos colocado en la nota que tenía la
Imagen, donde la llaman de esa forma y le dan ese título.
San Luis de Montfort dirá: "María es la Reina del cielo y de la
tierra, por gracia, como Cristo es su Rey por naturaleza y por
conquista. Ahora bien, así como el reino de Jesucristo consiste
principalmente en el corazón o interior del hombre, según estas
palabras: "El reino de Dios está en medio de ustedes", del mismo modo,
el reino de la Virgen María está principalmente en el interior del
hombre, es decir, en su alma. Ella es glorificada sobre todo en las
almas juntamente con su Hijo más que en todas las criaturas visibles, de
modo que podemos llamarla con los Santos: Reina de los corazones." San
Maximiliano María Kolbe también invita a: "Por eso nuestro ideal debe
ser: influenciar todo nuestro alrededor para ganar almas para la
Inmaculada, para que Ella reine en todos los corazones que viven y los
que vivirán en el futuro."
El mismo documento encontrado en la Inmaculada de San Francisco dice:
"Que tu Reina del Cielo nos bendigas siempre, nos protejas y nos libres
de todo peligro hasta el último día de nuestra muerte. Así sea. Amen."
También expone al Corazón de María, a todos los guatemaltecos que son
hijos de la Inmaculada, para que Ella derrame sus bendiciones "en el día
glorioso de tu Coronación". La fecha de este documento recién
descubierto es del agosto de 1954.
Renovación de la Consagración de Guatemala a la Inmaculada Concepción, la Virgen de los Reyes (1983)
Con
motivo del Año Jubilar conmemorando la Redención de Jesús sobre el
genéro humano, el Papa Juan Pablo II invitaba a consagrase a la
Inmaculada, por lo que ese año de 1983 la Virgen, en su rezado de 8 de
diciembre, saldría hacia Catedral Metropolitana donde se consagrarían
las personas a Ella.
El motivo de esto era manifestar que por María, Dios había empezado a
preparar la obra de Redención, ya que con su concepción pura Jesús
nacería de esta mujer. Por otro lado Guatemala está íntimamente
relacionada a esta escultura religiosa, pues está presente en la mayoría
de acontecimientos históricos.
La celebración la efectúo el Canónigo rector, ya que el Señor
Arzobispo había sido nombrado el 2 de diciembre pero tomo posesión hasta
el 4 de enero.
Imposición de la Orden del Quetzal a la Virgen de los Reyes (2005)
El día miércoles 3 de agosto de 2005, a las 11 de la mañana, se llevó
a cabo en el Palacio Nacional de la Cultura ubicado en la Plaza Mayor
de la Ciudad de Guatemala, un acto fuera de lo común como fue la
Imposición de la Orden del Quetzal en el grado de gran Cruz a la
benemérita labor de los frailes Franciscanos, que por más de
cuatrocientos años han servido y siguen sirviendo a la Comunidad de
Guatemala, especialmente a los más pobres.
Posteriormente el Sr. Presidente procedió a
colocar la Orden del Quetzal en el grado de Gran Cruz, a la efigie de
Nuestra Señora de Concepción, la cual fuera donada por el Rey de España a
los Franciscanos, en el siglo XVI; como un testimonio de amor y
veneración a María en el hermosísimo Dogma de la Inmaculada Concepción,
los invitados especiales prorrumpieron en un largo aplauso y
agradecimiento que el Reverendo P. Fray Pedro Medina Gálvez, Superior de
la templo de San Francisco de la Capital de Guatemala, en nombre de los
Padres Franciscanos dio las gracias por la presea recibida y recordó a
todos aquellos que le precedieron en el signo de la fe, en el trabajo
apostólico y en el servicio a los hermanos.
Al salir del Palacio de la
Cultura en brazos de la Comisión de Sesquicentenario y del Excelentísimo
Sr. Presidente de la República de Guatemala, don Oscar Berger, hasta la
plaza Mayor donde la esperaban varias bandas juveniles de diferentes
colegios católicos, que la acompañaron en su retorno al templo
franciscano.
Declaratoria del Rezado de la Inmaculada Concepción como "Patrimonio Cultural de la Nación" (2012)
El ministerio de Cultura y Deportes declaró Patrimonio Cultural
Intangible de la Nación, El Rezado de la Inmaculada Concepción del
Templo de San Francisco de la ciudad de Guatemala.
El artículo 1 del Acuerdo Ministerial 1161-2012 reza: “Declarar
Patrimonio Cultural Intangible de la Nación, El Rezado de la Inmaculada
Concepción del Templo de San Francisco, ya que representa una
manifestación cultural de carácter religioso y que al mismo tiempo
constituye y fortalece la identidad guatemalteca.
Algunos personajes relacionados a la Inmaculada Concepción, Virgen de los Reyes
- Carlos I y V, Emperador y Rey, de España y Alemania, devoto y de quién se cree dona a la Virgen.
- Fray Francisco Vásquez, fraile franciscano y cronista.
- Fray Antonio de Tineo, fraile franciscano, trae la imagen e impulsa su devoción.
- Fray Diego Cubillas, fraile franciscano.
- Conde de la Gomera, gobernador.
- Conde Santiago de Calimaya, y otros jefes militares, juraron defenderla incluso con su sangre.
- Francisco de Altamirano, devoto y defensor del dogma.
- Sor Juana de Maldonado y Paz, primera poetisa de América, monja concepcionista, compositora de bellos poemas a la Inmaculada.
- Santo Hermano Pedro, terciario franciscano, fundador de la Orden de Hermanos de Belén.
- Mariano de Aycinena, Prócer de la Independencia, hermano de la Venerable Madre Teresa Aycinena OCD, y familia.
- Antonio Larrazabal, presbítero.
- Rafael Carrera, Presidente de la República de Guatemala, devoto de la Inmaculada.
- Monseñor Ricardo Casanova y Estrada, arzobispo de Guatemala.
- Jesús Fernandez, periodista católico y promotor del jubileo de la Inmaculada
- Familia Urruela, devoto y dona el camerín de la Virgen.
- Monseñor Mariano Rossell Arellano, arzobispo de Guatemala, delegado apótolico de la Coronación Pontificia.
- Doña Odilia de Castillo, "La Católica", Primera Dama de la Nación 1954-1957.
- Fray Miguel Murcia, fraile franciscano.
- René y Ramiro Flores, presbíteros.
- Rosita Gonzales Pinto, devota.
- Huberto Solís, escultor, restuarador y devoto.
- Esteban y Santiago Rojas, escultores y devotos.
- Fray Juan Pablo Mendía, fraile carmelita descalzo, recordado por mencionar a la Inmaculada como devoción más importante en Guatemala.
- Ramón Salazár, escritor y político. A pesar de estar con el gobierno que estaba en contra de la Iglesia, nos dejó preciosos legados escritos del Rezado y de la Inmaculada.
- Fray Daniel Sánchez, fraile franciscano.
- Miguel Álvarez, cronista de la ciudad de Guatemala.
- Rita Villanueva, fotográfa humanitaria.
- Alvaro Arzú Irigoyen, Presidente de Guatemala y Alcalde. Presenta una versión nueva del libro "Un dulce rezo", afirma según la tradicón que la bandera se origina en la Inmaculada y devuelve los títulos de Patrona Jurada y Patrona de la Ciudad, así como obsequia las respectivas insignias.
- Oscar Berger, Presidente de Guatemala, dio la Orden del Quetzal.
- Rey Juan Carlos I de España, regaló el actual anda. Por eso se denomina "anda real".
Patrona Principal
La Virgen de los Reyes, (La Inmaculada Concepción)
Representa a la Virgen
María en el momento que Dios la crea sin pecado original. La Imagen de
la Virgen se encuentra en la Ciudad de Guatemala, en el Iglesia de San Francisco (Ciudad de Guatemala). La Solemnidad es el 8 de diciembre, denominado "Día Clásico de Guatemala".
Su rezado es un verdadero ícono de fe y tradición para el Pueblo de Guatemala y debido a su gran importancia es nombrado "Patrimonio Cultural de la Nación", también ha sido designada con varios títulos, honores y distinciones.
Historia
En el
siglo XVI, llegó a la Capitanía General del Reino de Guatemala, en la
ciudad de Santiago de los Caballeros, una imagen de Nuestra Señora, bajo
la advocación de la Inmaculada Concepción. Esa imagen, también conocida
como Virgen de los Reyes, fue traída desde España por fray Antonio
Tineo, y destinada originalmente al Convento de San Francisco, en el
Valle de Almolonga, en lo que actualmente se conoce como Ciudad Vieja.
Era una talla tan bella que impresionó a los religiosos, quienes
decidieron dejarla en la capilla de San Francisco El Grande, en el Valle
de Panchoy, hecho conocido como “el divino secuestro”.
Después del traslado de esa Capitanía General hacia el Valle de Panchoy, el Ayuntamiento declaró, el 22 de septiembre de 1617, a esa advocación mariana como Patrona Tutelar de la ciudad de Santiago de los Caballeros, en su nueva ubicación. Patrona Tutelar significa "la que cuida de la ciudad". En 1654, la misma imagen fue nombrada "Patrona Jurada" (Por el Voto y Juramento de Sangre).
Con motivo de la devastación de la ciudad de Santiago de los Caballeros, originada por el terremoto ocurrido en 1773, el Cabildo del Ayuntamiento decidió trasladar la capital a otra sede, al Valle de la Ermita o de la Virgen, llamando a la nueva ciudad la Nueva Guatemala de la Asunción, fundada provisionalmente el 1 de enero de 1776 y, en definitiva, mediante orden real del 23 de mayo del mismo año. Después del traslado de la ciudad, en 1776, se consideraba a la Virgen de Concepción de San Francisco como la imagen patronal de la Nueva Guatemala de la Asunción. La ciudad que fue abandonada se conoce actualmente como La Antigua Guatemala.
En consecuencia, la referida imagen de la Inmaculada Concepción, se trasladó al Templo Histórico de San Francisco, construido por los frailes franciscanos en la nueva ciudad de Guatemala. Después del traslado, la Cofradía de la Inmaculada Concepción quedó restituida en 1801.
El 5 de diciembre de 1954, en el marco del primer centenario de la
proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María,
el Papa Pío XII concedió a la imagen de la Inmaculada Concepción, la
Coronación Pontificia, máximo honor que la iglesia otorga a las
esculturas más célebres, veneradas, insignes y queridas del pueblo
católico.
El 3 de agosto de 2005, el presidente de la República, en ese
entonces, señor Oscar Rafael Berger Perdomo, impone la Orden del Quetzal
en grado de Gran Cruz, a dicha imagen, en acto celebrado en el salón
del recepciones del Palacio Nacional de la Cultura, como homenaje a la
benemérita labor de los frailes franciscanos, a cuya orden religiosa
pertenece esta advocación mariana y quienes iniciaron la devoción
religiosa que se ha mencionado.
El 5 de diciembre de 2012, El Ministerio de Cultura y Deportes de la
República de Guatemala emitió el respectivo Acuerdo mediante el cual
declara al Rezado a la Inmaculada Concepción, del Templo Histórico de
San Francisco en la ciudad capital, como Patrimonio Cultural Intangible
de la Nación, al considerar que dicho Rezado representa una
manifestación cultural de carácter religioso que constituye y fortalece
la identidad guatemalteca.
Descripción
La
imagen de bastidor mide 1.80 metros, representa una mujer erguida,
refinada y elegante. Su rostro ligeramente inclinado a la derecha, su
mirada es hacia los fieles. Si la observan en distintos puntos se le
verá su gran sonrisa. Sus manos son en actitud orante. Posee su pie
levantado, bajo este se encuentra una hermosa luna en plata pura. Doce
estrellas rodean su cabeza, lleva corona imperial y aretes.
Unos
segundos bastarán para apreciar sus finos rasgos: las manos poseen dedos
largos y finos, su giro suave denota belleza y elegancia ante cualquier
mirada. Utiliza otros enseres, a partir del 2005 lleva entre su ropaje
la Orden del Quetzal en Grado de Gran Cruz. Durante mucho tiempo se le
vestía con un manto cayendo en forma triangular, por lo que se observaba
el manto azul, tunicela blanca, y otra parte del manto azul.
Actualmente se le puede observar vestida con "aires" como si estuviese
bajando del cielo.
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Foto: Rita Villanueva |
Celebración
La
Imagen de la Virgen de los Reyes consta de diversas fiestas en su honor
aunque la más importante es la del 8 de diciembre: día de la Inmaculada
Concepción. En las dos procesiones que se le realiza en calles de la
Ciudad de Guatemala, las personas se visten de trajes típicos,
acompañada de música festiva para danzar ante el anda que porta a la
Virgen, mostrando su amor y devoción por Ella.
Mes de mayo
El
mes de mayo, mes de las Madres en Guatemala, se celebra con distintas
actividades en honor a la Virgen de los Reyes. Desde tiempos de la
colonia ha recibido muestras del amor de sus hijos. En el Templo
Histórico de San Francisco no solo se celebra a la Inmaculada Concepción
en diciembre, sino que desde el siglo XIX se celebra también el mes de
mayo (en algún momento también el mes de octubre), culminando con una procesión, tal y como lo afirma Fray Daniel
Sánchez en 1917. Las visitas al camarín de la Virgen, rezos, misas, el
Concierto de Gala realizado en su honor y la Procesión de Velas, son
actualmente las actividades más destacadas durante el mes de mayo.
Se le denomina de "Velas" porque en un principio retornaba ya de
noche y los devotos la acompañaban iluminando el paso con las velas.
Abre el cortejo, bailes de moros o de mengalas (mujeres vestidas con el
traje criollo típico de Amatitlán) Acompañada en un anda por San
Francisco de Asís.
"Día Clásico de Guatemala"
La
celebración dedicada a la imagen de la Virgen de la Inmaculada
Concepción del templo de San Francisco, con el incomparable rezado el 8
de diciembre, se ha prolongado por 400 años, durante la cual
multitud de fieles manifiestan la devoción a este dogma mariano. Esta es
una de las tradiciones más arraigadas en Guatemala y a diferencia de
las solemnes procesiones de Semana Santa, el rezado ocurre en un
ambiente festivo, en el que no pueden faltar música, alfombras, juegos
pirotécnicos, luces multicolores, incienso, bailes y platillos típicos
de el época.
A lo largo de su recorrido, los creyentes cantan, lloran y aplauden
al paso de la imagen. Su devoción fue instituida por la orden
franciscana después de su llegada en el siglo XVI y el rezado fue
establecido por las autoridades en 1616, cuando esta advocación fue
declarada patrona tutelar de la ciudad y se autorizó la procesión anual
el 8 de diciembre. En 1617 se envía una carta al Rey de España para que
autorice el patronazgo de la Inmaculada, porque el año anterior se le
había colocado por patrona.
Ese año es la consagración a la Inmaculada, siendo impregnada de las oraciones, incieso y desde ese día ungida por Dios, para gloria de Cristo, con el oleo de "la alegría." (Sal 45, 8)
La fiesta de la Inmaculada fue fiesta de guardar en todo el Imperio
español, es importante mencionar también que el 8 de diciembre se
declaró fiesta de guardar en toda la Iglesia en 1708 por orden del papa
Clemente XI.
Hoy en día dicha Festividad sigue siendo una de las más importantes de
Guatemala, ya que en todo el país se le recuerda. Destaca la capital,
que ha iniciado nueve días antes, las preparaciones, con oraciones, y
otros actos. El día 7 de diciembre simbolizando el triunfo de Cristo
(luz) sobre el diablo (papel que se quema) y como una forma de
prepararse ante la fiesta de la Señora, se realiza la "Tradicional Quema
del Diablo" siendo una tradición a nivel nacional. Antiguamente la
"quema del diablo" eran fogarones para iluminar el paso de la Virgen,
que salía de noche y no existía luz eléctrica. Pues la Imagen recibía el novenario en Catedral y el 7 en la noche salía en un rezado hacia su templo. Este acto se dejó de realizar en el transcurso de 1900.
La Virgen amanence en su día clásico, con sus hijos que desde
tempranas horas llegan a rezarle, posteriormente la Santa Misa y demás
actos litúrgicos que preparan al Solemne Rezado, Principal y más Antiguo de América y Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.
Las personas acompañan a la Virgen y le salen a su encuentro quemando
cohetes y fuegos artificiales. También hacen loas, representaciones
teatrales con mensajes para bendecir a y alabar a Dios por darnos tan
augusta Señora.
Ocho días después se celebra la fiesta de la Octava, y el segundo
domingo de enero sale en procesión una Imagen de la Inmaculada
Concepción llamada "Madre de los Pobres" cerrando con ello las
actividades en su honor.
Tomado de Wikipedia
Tomado de Wikipedia
Del templo de San Francisco Guatemala
Un 22 de febrero de 1851 fue consagrado el Templo de San Francisco.
Oremos porque pronto sea Basílica de la Inmaculada Concepción.
Bula sobre la Inmaculada Concepción 1854
Fragmento
"Muy clara y abiertamente por cierto testimonian y declaran esto tantos insignes hechos de los Romanos Pontífices, nuestros predecesores, a quienes en la persona del Príncipe de los Apóstoles encomendó el mismo Cristo Nuestro Señor el supremo cuidado y potestad de apacentar los corderos y las ovejas, de robustecer a los hermanos en la fe y de regir y gobernar la universal Iglesia.
Ahora bien, nuestros predecesores se gloriaron muy mucho de establecer con su apostólica autoridad, en la romana Iglesia la fiesta de la Concepción, y darle más auge y esplendor con propio oficio y misa propia, en los que clarísimamente se afirmaba la prerrogativa de la inmunidad de la mancha hereditaria, y de promover y ampliar con toda suerte de industrias el culto ya establecido, ora con la concesión de indulgencias, ora con el permiso otorgado a las ciudades, provincias y reinos de que tomasen por patrona a la Madre de Dios bajo el título de la Inmaculada Concepción, ora con la aprobación de sodalicios, congregaciones, institutos religiosos fundados en honra de la Inmaculada Concepción, ora alabando la piedad de los fundadores de monasterios, hospitales, altares, templos bajo el título de la Inmaculada Concepción, o de los que se obligaron con voto a defender valientemente la Concepción Inmaculada de la Madre de Dios.
Grandísima alegría sintieron además en decretar que la, festividad de la Concepción debía considerarse por toda la Iglesia exactamente como la de la Natividad, y que debía celebrarse por la universal Iglesia con octava, y que debía ser guardada santamente por todos como las de precepto, y que había de haber capilla papal en nuestra patriarcal basílica Liberiana anualmente el día dedicado a la Concepción de la Virgen.
Y deseando fomentar cada día más en las mentes de los fieles el conocimiento de la doctrina de la Concepción Inmaculada de María Madre de Dios y estimularles al culto y veneración de la misma Virgen concebida sin mancha original, gozáronse en conceder, con la mayor satisfacción posible, permiso para que públicamente se proclamase en las letanías lauretanas, y en él mismo prefacio de la misa, la Inmaculada Concepción de la Virgen, y se estableciese de esa manera con la ley misma de orar la norma de la fe. Nos, además, siguiendo fielmente las huellas de tan grandes predecesores, no sólo tuvimos por buenas y aceptamos todas las cosas piadosísima y sapientísimamente por los mismos establecidas, sino también, recordando lo determinado por Sixto IV, dimos nuestra autorización al oficio propio de la Inmaculada Concepción y de muy buen grado concedimos su uso a la universal Iglesia."
" Y, no contentos con esto, para que la doctrina misma de la Concepción Inmaculada de la Virgen permaneciese intacta, prohibieron severamente que se pudiese defender pública o privadamente la opinión contraria a esta doctrina y quisieron acabar con aquella a fuerza de múltiples golpes mortales.
Esto no obstante, y a pesar de repetidas y clarísimas declaraciones, pasaron a las sanciones, para que estas no fueran vanas. Todas estas cosas comprendió el citado predecesor nuestro Alejandro VII con estas palabras:
"Nos, considerando que la Santa Romana Iglesia celebra solemnemente la festividad de la Inmaculada siempre Virgen María, y que dispuso en otro tiempo un oficio especial y propio acerca de esto, conforme a la piadosa, devota, y laudable práctica que entonces emanó de Sixto IV, Nuestro Predecesor: y queriendo, a ejemplo de los Romanos Pontífices, Nuestros Predecesores, favorecer a esta laudable piedad y devoción y fiesta, y al culto en consonancia con ella, y jamás cambiado en la Iglesia Romana después de la institución del mismo, y (queriendo), además, salvaguardar esta piedad y devoción de venerar y celebrar la Santísima Virgen preservada del pecado original, claro está, por la gracia proveniente del Espíritu Santo; y deseando conservar en la grey de Cristo la unidad del espíritu en los vínculos de la paz (Efes. 4, 3), apaciguados los choques y contiendas y, removidos los escándalos: en atención a la instancia a Nos presentada y a las preces de los mencionados Obispos con los cabildos de sus iglesias y del rey Felipe y de sus reinos; renovamos las Constituciones y decretos promulgados por los Romanos Pontífices, Nuestro Predecesores, y principalmente por Sixto IV, Pablo V y Gregorio XV en favor de la sentencia que afirma que el alma de Santa María Virgen en su creación, en la infusión del cuerpo fue obsequiada con la gracia del Espíritu Santo y preservada del pecado original y en favor también de la fiesta y culto de la Concepción de la misma Virgen Madre de Dios, prestado, según se dice, conforme a esa piadosa sentencia, y mandamos que se observe bajo las censuras y penas contenidas en las mismas Constituciones.
Y además, a todos y cada uno de los que continuaren interpretando las mencionadas Constituciones o decretos, de suerte que anulen el favor dado por éstas a dicha sentencia y fiesta o culto tributado conforme a ella, u osaren promover una disputa sobre esta misma sentencia, fiesta o culto, o hablar, predicar, tratar, disputar contra estas cosas de cualquier manera, directa o indirectamente o con cualquier pretexto, aún examinar su definibilidad, o de glosar o interpretar la Sagrada Escritura o los Santos Padres o Doctores, finalmente con cualquier pretexto u ocasión por escrito o de palabra, determinando y afirmando cosa alguna contra ellas, ora aduciendo argumentos contra ellas y dejándolos sin solución, ora discutiendo de cualquier otra manera inimaginable; fuera de las penas y censuras contenidas en las Constituciones de Sixto IV, a las cuales queremos someterles, y por las presentes les sometemos, queremos también privarlos del permiso de predicar, dar lecciones públicas, o de enseñar, y de interpretar, y de voz activa y pasiva en cualesquiera elecciones por el hecho de comportarse de ese modo y sin otra declaración alguna en las penas de inhabilidad perpetua para predicar y dar lecciones públicas, enseñar e interpretar; y que no pueden ser absueltos o dispensados de estas cosas sino por Nos mismo o por Nuestros Sucesores los Romanos Pontífices; y queremos asimismo que sean sometidos, y por las presentes sometemos a los mismos a otras penas infligibles, renovando las Constituciones o decretos de Paulo V y de Gregorio XV, arriba mencionados.
Prohibimos, bajo las penas y censuras contenidas en el Índice de los libros prohibidos, los libros en los cuales se pone en duda la mencionada sentencia, fiesta o culto conforme a ella, o se escribe o lee algo contra esas cosas de la manera que sea, como arriba queda dicho, o se contienen frase, sermones, tratados y disputas contra las mismas, editados después del decreto de Paulo V arriba citado, o que se editaren de la manera que sea en lo porvenir por expresamente prohibidos, ipso facto y sin más declaración."
"Muy clara y abiertamente por cierto testimonian y declaran esto tantos insignes hechos de los Romanos Pontífices, nuestros predecesores, a quienes en la persona del Príncipe de los Apóstoles encomendó el mismo Cristo Nuestro Señor el supremo cuidado y potestad de apacentar los corderos y las ovejas, de robustecer a los hermanos en la fe y de regir y gobernar la universal Iglesia.
Ahora bien, nuestros predecesores se gloriaron muy mucho de establecer con su apostólica autoridad, en la romana Iglesia la fiesta de la Concepción, y darle más auge y esplendor con propio oficio y misa propia, en los que clarísimamente se afirmaba la prerrogativa de la inmunidad de la mancha hereditaria, y de promover y ampliar con toda suerte de industrias el culto ya establecido, ora con la concesión de indulgencias, ora con el permiso otorgado a las ciudades, provincias y reinos de que tomasen por patrona a la Madre de Dios bajo el título de la Inmaculada Concepción, ora con la aprobación de sodalicios, congregaciones, institutos religiosos fundados en honra de la Inmaculada Concepción, ora alabando la piedad de los fundadores de monasterios, hospitales, altares, templos bajo el título de la Inmaculada Concepción, o de los que se obligaron con voto a defender valientemente la Concepción Inmaculada de la Madre de Dios.
Grandísima alegría sintieron además en decretar que la, festividad de la Concepción debía considerarse por toda la Iglesia exactamente como la de la Natividad, y que debía celebrarse por la universal Iglesia con octava, y que debía ser guardada santamente por todos como las de precepto, y que había de haber capilla papal en nuestra patriarcal basílica Liberiana anualmente el día dedicado a la Concepción de la Virgen.
Y deseando fomentar cada día más en las mentes de los fieles el conocimiento de la doctrina de la Concepción Inmaculada de María Madre de Dios y estimularles al culto y veneración de la misma Virgen concebida sin mancha original, gozáronse en conceder, con la mayor satisfacción posible, permiso para que públicamente se proclamase en las letanías lauretanas, y en él mismo prefacio de la misa, la Inmaculada Concepción de la Virgen, y se estableciese de esa manera con la ley misma de orar la norma de la fe. Nos, además, siguiendo fielmente las huellas de tan grandes predecesores, no sólo tuvimos por buenas y aceptamos todas las cosas piadosísima y sapientísimamente por los mismos establecidas, sino también, recordando lo determinado por Sixto IV, dimos nuestra autorización al oficio propio de la Inmaculada Concepción y de muy buen grado concedimos su uso a la universal Iglesia."
" Y, no contentos con esto, para que la doctrina misma de la Concepción Inmaculada de la Virgen permaneciese intacta, prohibieron severamente que se pudiese defender pública o privadamente la opinión contraria a esta doctrina y quisieron acabar con aquella a fuerza de múltiples golpes mortales.
Esto no obstante, y a pesar de repetidas y clarísimas declaraciones, pasaron a las sanciones, para que estas no fueran vanas. Todas estas cosas comprendió el citado predecesor nuestro Alejandro VII con estas palabras:
"Nos, considerando que la Santa Romana Iglesia celebra solemnemente la festividad de la Inmaculada siempre Virgen María, y que dispuso en otro tiempo un oficio especial y propio acerca de esto, conforme a la piadosa, devota, y laudable práctica que entonces emanó de Sixto IV, Nuestro Predecesor: y queriendo, a ejemplo de los Romanos Pontífices, Nuestros Predecesores, favorecer a esta laudable piedad y devoción y fiesta, y al culto en consonancia con ella, y jamás cambiado en la Iglesia Romana después de la institución del mismo, y (queriendo), además, salvaguardar esta piedad y devoción de venerar y celebrar la Santísima Virgen preservada del pecado original, claro está, por la gracia proveniente del Espíritu Santo; y deseando conservar en la grey de Cristo la unidad del espíritu en los vínculos de la paz (Efes. 4, 3), apaciguados los choques y contiendas y, removidos los escándalos: en atención a la instancia a Nos presentada y a las preces de los mencionados Obispos con los cabildos de sus iglesias y del rey Felipe y de sus reinos; renovamos las Constituciones y decretos promulgados por los Romanos Pontífices, Nuestro Predecesores, y principalmente por Sixto IV, Pablo V y Gregorio XV en favor de la sentencia que afirma que el alma de Santa María Virgen en su creación, en la infusión del cuerpo fue obsequiada con la gracia del Espíritu Santo y preservada del pecado original y en favor también de la fiesta y culto de la Concepción de la misma Virgen Madre de Dios, prestado, según se dice, conforme a esa piadosa sentencia, y mandamos que se observe bajo las censuras y penas contenidas en las mismas Constituciones.
Y además, a todos y cada uno de los que continuaren interpretando las mencionadas Constituciones o decretos, de suerte que anulen el favor dado por éstas a dicha sentencia y fiesta o culto tributado conforme a ella, u osaren promover una disputa sobre esta misma sentencia, fiesta o culto, o hablar, predicar, tratar, disputar contra estas cosas de cualquier manera, directa o indirectamente o con cualquier pretexto, aún examinar su definibilidad, o de glosar o interpretar la Sagrada Escritura o los Santos Padres o Doctores, finalmente con cualquier pretexto u ocasión por escrito o de palabra, determinando y afirmando cosa alguna contra ellas, ora aduciendo argumentos contra ellas y dejándolos sin solución, ora discutiendo de cualquier otra manera inimaginable; fuera de las penas y censuras contenidas en las Constituciones de Sixto IV, a las cuales queremos someterles, y por las presentes les sometemos, queremos también privarlos del permiso de predicar, dar lecciones públicas, o de enseñar, y de interpretar, y de voz activa y pasiva en cualesquiera elecciones por el hecho de comportarse de ese modo y sin otra declaración alguna en las penas de inhabilidad perpetua para predicar y dar lecciones públicas, enseñar e interpretar; y que no pueden ser absueltos o dispensados de estas cosas sino por Nos mismo o por Nuestros Sucesores los Romanos Pontífices; y queremos asimismo que sean sometidos, y por las presentes sometemos a los mismos a otras penas infligibles, renovando las Constituciones o decretos de Paulo V y de Gregorio XV, arriba mencionados.
Prohibimos, bajo las penas y censuras contenidas en el Índice de los libros prohibidos, los libros en los cuales se pone en duda la mencionada sentencia, fiesta o culto conforme a ella, o se escribe o lee algo contra esas cosas de la manera que sea, como arriba queda dicho, o se contienen frase, sermones, tratados y disputas contra las mismas, editados después del decreto de Paulo V arriba citado, o que se editaren de la manera que sea en lo porvenir por expresamente prohibidos, ipso facto y sin más declaración."
Bula Papal declarando a la Inmaculada Concepción
BULA
QUE NUESTRO MUY SANTO PADRE
Clemente XIII a petición de nnuestro Catholico Monarcha
el Señor Don Carlos III ha concedido,
DECLARANDO Y ESTABLECIENDO POR PRINCIPAL
y universal Patrona y Avogada de los Reynos de España y de las Indias,
a la Santísima Virgen María nuestra Señora, en el Mysterio
de la Purísima Concepción.
Traducido de el Idioma Latino, al Castellano, para mas comun
inteligencia del público.
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CLEMENTE OBISPO
SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS
Ad perpetuam rei memorian
Quanto ornamento, y defendía aya crecido siempre a los Reynos por la insigne piedad para con Dios y por la veneración de la Beatísima Virgen María, de las que d... todas las bendiciones celestiales, entendiendolo nosotros muy bien, y que por tanto hemos de satisfacer la principal obligacion de nuestro Oficio; con la que debemos buscar el bien espiritual, y temporal del Orbe Christiano; no rechanzamos con paternal caridad conceder, pidiendo aquellos Reynos que implorarn el favor, y auxilio de la ... Reyna de los Cielos, cuyo culto, para que de dia en dia mas, y mas se aumente, es conforme y justo providenciar
con Apostolica autoridad, por lo qual
gustosisimamente determinamos llenar los pedidios de los Votos de los Pueblos que
desean se venere a la Virgen Maria debajo de un titulo especial en los Reynos de España y
principalmente pidiendo el Pio y Religioso y de la Iglesia Romana el Rey Catholico, que cada dia con .... trabaja ya por hacer florecer por todas partes los amplisiomos Dominios mayormente por sofisticado con provecho y Celestial patrimonio Pues ha poco que el amado hijo...
Así vemos como el Papa declara como principal Patrona también de Guatemala, en esos momentos aún no es República. Esta bula llega en 1760, ya Guatemala y Centro America la han jurado en 1617 y 1654, respectivamente. Con ello se confirma el patronazgo de la Virgen sobre el imperio español y sobre Centro América.
Inmaculada Concepción de María

foto Rita Villanueva.
Patrona Principal de la República de Guatemala
por bulas pontificias.
Inmaculada de san Francisco. Orden del quetzal
Hermoso momento en que la Patrona Principal de la República de Guatemala, desde el Salón de Banquetes preside el Palacio Nacional, recibiendo la Orden del Quetzal en grado de Gran Cruz y es procesionada dentro del Palacio. Es la única que lo ha hecho.
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